domingo, 20 de febrero de 2011

Sweet love, sweet love.

¿Y qué hay ahora de ese al que tanto amabas ?
¿Ya lo olvidaste? El amor de los jóvenes
¡No habita el corazón sino los ojos! ¡Cuántas lágrimas!
Por él, y como lavaron tus claras mejilas.
¡Cuánta agua salada vertida inutilmente!
¡Por un amor que ya no sabe a nada!
¿Por qué el amor parece tan dulce en apariencia,
y si se prueba es tan tirano y cruel?
Y si, ella posee la riqueza de lo bello pero es pobre, porque todo lo que tiene, con ella ha de morir.
Pues porque para el amor no hay límites de piedra.
Y lo que el amor puede
la muerte nunca separará.

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