-Te odio.¿Lo sabes?
+No. ¿Por qué?
-Porque eres demasiado adorable. Demasiado bueno. ¡Demasiado perfecto!
+Pero tú me dijiste qué te gustaba la persona más perfecta que existía. ¿Quién era, qué te has olvidado tan rápido?
-¡Tú! Y, te equivocas, no me he olvidado.
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