-Me enamoré pero no me he dado cuenta hasta muy tarde, cuando ya no tenía remedio. Cuando ya no podía arreglarlo, cuando ya me iba a doler. Y estoy enfadada, pero no contigo, conmigo. Porque he sido tan tonta como para no saber lo que pasaba dentro de mi. ¡Que ciega estaba! Y has tenido que llegar tú para hacerme vivir un momento de película y darme cuenta de todo lo que sentía.
que pena que la vida no sea como en las películas, pero lo bueno es que podemos improvisar y no hay que seguir un guión :)
ResponderEliminarbesos desde http://enmarcacadasegundo.blogspot.com/